¿Darse de alta como autónomo o como sociedad limitada?

Una de las preguntas más habituales que nos hacen los clientes en nuestra asesoría laboral en Barcelona, es si deben continuar como autónomos o es mejor crear una Sociedad Limitada. Vamos a ver algunos criterios que son claves y pueden resultar de gran ayuda para tomar una decisión.

Ventajas y desventajas 

Un autónomo tiene una desventaja evidente frente a una Sociedad Limitada y es la responsabilidad. De hecho, tiene que responder con su patrimonio personal por aquellas deudas que se hayan contraído durante su ejercicio laboral, algo que no sucede cuando se tiene una S.L., puesto que el empresario responde con el patrimonio de la sociedad.

Por otra parte, los costes de constitución para un autónomo son más sencillos y baratos que los que se requieren para constituir una S.L. Además, un alta como autónomo se puede realizar en un único día, mientras que la sociedad puede durar entre cinco y quince días. Así mismo, para crear una Sociedad Limitada el empresario tiene que disponer de un capital de tres mil euros, mientras que un autónomo no debe de hacer ningún tipo de aportación. En cualquier caso, el capital se puede recuperar posteriormente para invertirlo en gastos propios del negocio una vez se ha conseguido el resguardo de la entidad bancaria por el depósito. 

Por último, los costes por gestionar a un autónomo son más económicos que los de una S.L. al ser su contabilidad bastante más sencilla que la de esta última.